ARR Method

3 - Por qué no conviertes tu

tráfico en pipeline

3 - Por qué no conviertes tu

tráfico en pipeline

Una explicación clara de por qué tu web no convierte visitas en oportunidades y cómo cambiarlo.

Una explicación clara de por qué tu web no convierte visitas en oportunidades y cómo cambiarlo.

Adrian Herreros

3 min read

Voy a contarte algo que te va a sonar, porque es una de las razones más universales por las que un SaaS no convierte su tráfico en pipeline:


Estás comunicando características, cuando deberías estar comunicando impacto.


Sí, tu producto es técnico.

Sí, tiene funcionalidades potentes.

Sí, resuelve problemas complejos.


Pero tu usuario —ese que llega frío a tu web desde Google, LinkedIn o una campaña—no está buscando leer una ficha técnica. Está evaluando otra cosa mucho más simple:


“¿Qué haces y cómo me ayudas?”


La mayoría de los SaaS no responde a esa pregunta. Responde a esta otra:


“¿Qué tan impresionante es mi tecnología?”


Y ahí es donde se hunde la conversión.

El error más común en los SaaS

Déjame ponértelo así:


Hablar de lo que tu producto hace es informar.

Hablar de lo que tu producto cambia es convertir.


Y esto no es teoría.

Es comportamiento humano.


Tu usuario no quiere ser impresionado.

Quiere ser entendido.

Quiere saber:


  • qué problema le eliminas,

  • qué proceso le simplificas,

  • qué resultado le facilitas,

  • cómo cambia su día a día gracias a ti.


Si tu web no responde a esto en los primeros 5 segundos, se va.

Y no porque no seas bueno…sino porque no queda claro para qué existes.


Te muestro un ejemplo de todo esto:

Stockagile tenía un H1 que decía:


“Gestionamos millones de pedidos para marcas y tiendas.”


Y ojo:


si eres un inversor → suena sólido.

si eres un empleado → suena potente.

si eres la empresa → suena a validación.


Pero si eres un cliente potencial, alguien del retail que entra por primera vez…¿Qué piensas?


Algo así:


“Vale, gestionas millones de pedidos…¿pero qué haces exactamente?, ¿cómo me ayudas?, ¿por qué debería importarme?”


Ese mensaje habla de ellos, de su logro, de su volumen.


No habla del impacto del producto en el negocio del cliente.

No dice qué es.

No dice para quién es.

No dice qué resuelve.


Es un mensaje ambiguo que requiere contexto previo para entenderse.

Y un usuario frío no tiene contexto previo.


¿Cómo pasamos este H1 a otro que comunique valor?


“El software que centraliza toda la gestión de tu retail.”


Con este nuevo H1 el visitante entiende qué es (un software de gestión retail), para qué sirve (centraliza la gestión, algo que duele a todos los retailers), y el visitante se sintió invitado a seguir leyendo (”mmm…interesante. Dime más”).


Porque este H1 ya no habla de Stockagile.


Habla del usuario.

De su problema.

De su contexto.

De su necesidad real.


Y eso genera algo que en conversión es oro: engagement inicial.

Con este simple cambio las conversiones aumentan.

Y no es 3 meses. En 24h.


Porque las conversiones no dependen de:

  • tu stack,

  • tus integraciones,

  • tu roadmap.


Dependen de esto qué tan rápido entiende el usuario:


  1. qué haces,

  2. si le sirve,

  3. si le importa,

  4. si merece seguir leyendo.


Cuando un usuario entiende lo que haces en 3 segundos:


  • su miedo baja,

  • su confianza sube,

  • su intención mejora,

  • su probabilidad de convertir aumenta.


No es magia.

Es psicología aplicada al SaaS.

Déjame ponértelo así:


Hablar de lo que tu producto hace es informar.

Hablar de lo que tu producto cambia es convertir.


Y esto no es teoría.

Es comportamiento humano.


Tu usuario no quiere ser impresionado.

Quiere ser entendido.

Quiere saber:


  • qué problema le eliminas,

  • qué proceso le simplificas,

  • qué resultado le facilitas,

  • cómo cambia su día a día gracias a ti.


Si tu web no responde a esto en los primeros 5 segundos, se va.

Y no porque no seas bueno…sino porque no queda claro para qué existes.


Te muestro un ejemplo de todo esto:

Stockagile tenía un H1 que decía:


“Gestionamos millones de pedidos para marcas y tiendas.”


Y ojo:


si eres un inversor → suena sólido.

si eres un empleado → suena potente.

si eres la empresa → suena a validación.


Pero si eres un cliente potencial, alguien del retail que entra por primera vez…¿Qué piensas?


Algo así:


“Vale, gestionas millones de pedidos…¿pero qué haces exactamente?, ¿cómo me ayudas?, ¿por qué debería importarme?”


Ese mensaje habla de ellos, de su logro, de su volumen.


No habla del impacto del producto en el negocio del cliente.

No dice qué es.

No dice para quién es.

No dice qué resuelve.


Es un mensaje ambiguo que requiere contexto previo para entenderse.

Y un usuario frío no tiene contexto previo.


¿Cómo pasamos este H1 a otro que comunique valor?


“El software que centraliza toda la gestión de tu retail.”


Con este nuevo H1 el visitante entiende qué es (un software de gestión retail), para qué sirve (centraliza la gestión, algo que duele a todos los retailers), y el visitante se sintió invitado a seguir leyendo (”mmm…interesante. Dime más”).


Porque este H1 ya no habla de Stockagile.


Habla del usuario.

De su problema.

De su contexto.

De su necesidad real.


Y eso genera algo que en conversión es oro: engagement inicial. Con este simple cambio las conversiones aumentan.

Y no es 3 meses. En 24h.


Porque las conversiones no dependen de:

  • tu stack,

  • tus integraciones,

  • tu roadmap.


Dependen de esto qué tan rápido entiende el usuario:


  1. qué haces,

  2. si le sirve,

  3. si le importa,

  4. si merece seguir leyendo.


Cuando un usuario entiende lo que haces en 3 segundos:


  • su miedo baja,

  • su confianza sube,

  • su intención mejora,

  • su probabilidad de convertir aumenta.


No es magia.

Es psicología aplicada al SaaS.

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